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lunes, 8 de noviembre de 2010

INNOVAR O DESAPARECER


Emanuel Friedman C., Profesor de Gestión y Estrategia de la U. Mayor

La capacidad de adaptación de los individuos y sus organizaciones se hace cada día más necesaria para sobrevivir en un mundo donde los ciclos de vida de los productos y servicios, paradojalmente, son más cortos, y la esperanza de vida es cada vez más amplía. Hoy día, la esperanza de vida de la mujer según las últimas investigaciones, es de 82 años y de 78 años para los varones y, en contra proposición, los ciclos de vida de los productos y servicios son en promedio de un año, los que comparados con los 40 años que tenían en promedio antes de la segunda guerra mundial, hacen que las empresas y sus directivos deban cada vez desarrollar con mayor fuerza su capacidad de innovación o sencillamente desaparecer.

Sin embargo, pareciera ser que innovar no resulta tan fácil como parece. Las personas son, frente al fenómeno del cambio, tibios defensores, como lo expresara Nicolás Machiavello en su obra “El Príncipe” en 1513. Sólo reaccionan cuando su impacto es evidente, pero puede que ya sea tarde y sólo conformarnos con mirar como otros disfrutan de su éxito conseguido por ser innovadores.

Pareciera ser entonces que es necesario entender en primer lugar el fenómeno del cambio y posteriormente la actitud para transformarnos en innovadores. El cambio es una diferencia dinámica que se produce en el tiempo de las personas y de las organizaciones sociales.

Algunos autores frente al cambio nos indican que existen cuatro tipos de individuos; el primero que asume que el cambio no existe y por lo tanto ni siquiera se dan cuenta que las oportunidades pasan frente a ellos. El otro tipo de individuo es aquel que sabe que el cambio existe como algo normal dentro de la naturaleza de las organizaciones y personas, pero no hacen nada frente a esta realidad. El tercer tipo de personas frente al tema del cambio son aquellos que se denominan reactivos, saben que el cambio existe pero solo reaccionan cuando la fuerza de esta realidad pasa. Lamentablemente, a veces es tarde y es imposible revertir una situación de esta naturaleza.

El último tipo de actitud frente al cambio son los que se denominan “proactivos” y que corresponde a las personas que se adelantan al cambio y no esperan que su efecto suceda. Analizan, investigan y se preparan conscientemente para buscar oportunidades o sencillamente enfrentar sus efectos negativos. Son estos los que por su opción frente al mundo son capaces de innovar y prepararse para enfrentar el cambio anticipadamente.

Los innovadores son aquellos individuos que analizan las tendencias del mercado y los conocimientos científicos y tecnológicos generando las condiciones para desarrollar nuevos productos y servicios, adelantándose a las necesidades de la sociedad. Innovar es en definitiva unir una idea con una opción para solucionar de mejor forma una necesidad social a través de un producto o servicio. Tampoco tendría sentido dedicarse a generar ideas si no se llega a solucionar una necesidad social.

Así, la consigna de hoy es innovar o desaparecer.

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